17 junio 2013

La piedra Rosetta

En 1799, en el delta del Nilo durante la expedición de Napoleón a Egipto, el lugarteniente francés Pierre François Xavier Bouchardm descubrió una piedra que se encuentra en la actualidad en el Museo Británico de Londres y que permitió descifrar el sistema jeroglífico de escritura. Se cree que fue encontrada muy cerca de la ciudad de Rosetta, de ahí su nombre. La piedra  Rosetta data del año 196 d. C, es de basalto, color gris oscuro rosado, pesa 762 kgs. y contiene el grabado de los decretos del concejo de sacerdotes de Egipto.

En 1930, Wolf y sus colaboradores, describieron en el American Heart Journal un trastorno del ritmo cardíaco en el que existe una preexitación ventricular y paroxismos de taquiarritmia que posteriormente se denominó Síndrome de Wolf Parkinson White. Años después este síndrome fue comparado a la piedra del Nilo, porque antes del descubrimiento de Wolf, interpretar el fenómeno que lo desencadenaba era semejante a leer los caracteres jeroglíficos. La comprensión fisiopatológica y el diagnóstico clínico, eran imposibles. El trabajo de Wolff y sus colaboradores, en las primeras décadas del siglo XX, abrió los ojos de los electrofisiólogos del mundo a la correcta patogenia de estos trastornos del ritmo. 

Pero, ¿qué tiene que ver todo esto con el caso clínico?. Pues que teniendo en cuenta tal metáfora, debemos comentar que nuestra paciente presentaba un cuadro clínico que poco tenía que ver con las alteraciones apreciadas en el electrocardiograma. No podíamos descifrar el diagnóstico interpretando tan solo el electrocardiograma. Había sido un hallazgo casual. En este caso se confirmaba una regla de oro de la medicina: "La anamnesis y la exploración física son los pilares fundamentales para entender lo que ocurre a nuestros pacientes". La entrevista clínica en este caso fue imprescindible para llegar a un diagnóstico clínico: el Síndrome de Tietze o condropatía costoesternal (dolor torácico de carácter osteomuscular inflamatorio, reproducido a la digitopresión, días después de una posible infección respiratoria leve- el síndrome se ha relacionado con varios desencadenantes previos como infeccion viral previa, patología inflamatoria aguda, enfemedades sistémicas,angustia o estres, e incluso en jóvenes en periodo menstrual). 
No obstante, al solicitar un electrocardiograma,  habíamos descubierto que la paciente además presentaba un Síndrome de Wolf-Parkinson-White (un ritmo sinusal con un PR algo corto y la aparición de una onda delta). 

Trepanaciones egípcias


Nota: debemos recordar que el dolor torácico en urgencias representa unos de los principales motivos de consulta, que puede tener múltiples causas y que lo más importante es discriminar si se trata de una patología aguda grave, potencialmente mortal. La realización de un electrocardiograma de 12 derivaciones (prueba rápida, económica, incruenta) debería realizarse en la mayoría de ocasiones en la valoracion inicial de un dolor torácico -un electrocardiograma normal no descarta un patología aguda grave-. 

Dedicatoria: este caso clínico va dedicado a un muy buen médico de urgencias: "el paciente, sí puede tener dos cosas a la vez". "No tratamos monocitos, tratamos personas". 



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