En nuestro medio las cefaleas representan el principal motivo de asistencia para el neurólogo (uno de cada cuatro o cinco pacientes atendidos neurología lo será por esta causa) así como el principal motivo de consulta neurológica para el médico de Atención Primaria.
La mayoría de las consultas están motivadas por cefaleas primarias, en concreto por la migraña y por la cefalea tensional, en tanto en cuanto son, con mucho, las cefaleas más prevalentes. Ello no quita que el médico que se enfrenta a un paciente con cefalea asuma que estas también pueden ser debidas a otros problemas médicos, cuyo adecuado abordaje terapéutico dependerá, en buena medida, de un diagnóstico correcto y precoz.
El primer paso a la hora de abordar el diagnóstico de una cefalea va a consistir en ubicar a esta entre aquellas entidades caracterizadas por su recurrencia en ausencia de otras patologías, es decir, que la cefalea representa en sí misma “la enfermedad” del paciente (cefaleas primarias), o bien entre aquellas otras en las que la cefalea no es más que “un síntoma” de otro proceso (cefaleas secundarias). En las primeras, el diagnóstico se sustentará en la descripción que el propio paciente nos haga de “su” cefalea y en la comprobación, por nuestra parte, de que esa descripción se ajusta a los “criterios diagnósticos” oficialmente reconocidos por la International Headache Society (IHS).
Por el contrario, en las cefaleas secundarias el diagnóstico no dependerá tanto de las características de la cefalea, sino que se establecerá en función de que exista una patología concreta a la que podamos atribuirla y que, como exige la IHS, exista también una clara relación temporal entre ambas.
Tras valoración por parte de Neurología , nuestra paciente fue diagnosticada de un tipo infrecuente de cefalea denominada cefalea numular y se citó en consultas externas para seguimiento.
La cefalea numular (CN), del latín nummus (moneda), describe un dolor circunscrito a una zona del cráneo, bien delimitada, de forma redondeada o elíptica, típicamente de 2-6 cm de diámetro. Fue descrita por primera vez por Pareja et al en el 2002 y sólo dos años más tarde se incluyó en el apéndice de la segunda edición de la Clasificación Internacional de Cefaleas (CIC-2), de manera que quedaron establecidos sus criterios diagnósticos.
La mayoría de las consultas están motivadas por cefaleas primarias, en concreto por la migraña y por la cefalea tensional, en tanto en cuanto son, con mucho, las cefaleas más prevalentes. Ello no quita que el médico que se enfrenta a un paciente con cefalea asuma que estas también pueden ser debidas a otros problemas médicos, cuyo adecuado abordaje terapéutico dependerá, en buena medida, de un diagnóstico correcto y precoz.
El primer paso a la hora de abordar el diagnóstico de una cefalea va a consistir en ubicar a esta entre aquellas entidades caracterizadas por su recurrencia en ausencia de otras patologías, es decir, que la cefalea representa en sí misma “la enfermedad” del paciente (cefaleas primarias), o bien entre aquellas otras en las que la cefalea no es más que “un síntoma” de otro proceso (cefaleas secundarias). En las primeras, el diagnóstico se sustentará en la descripción que el propio paciente nos haga de “su” cefalea y en la comprobación, por nuestra parte, de que esa descripción se ajusta a los “criterios diagnósticos” oficialmente reconocidos por la International Headache Society (IHS).
Por el contrario, en las cefaleas secundarias el diagnóstico no dependerá tanto de las características de la cefalea, sino que se establecerá en función de que exista una patología concreta a la que podamos atribuirla y que, como exige la IHS, exista también una clara relación temporal entre ambas.
Tras valoración por parte de Neurología , nuestra paciente fue diagnosticada de un tipo infrecuente de cefalea denominada cefalea numular y se citó en consultas externas para seguimiento.
La cefalea numular (CN), del latín nummus (moneda), describe un dolor circunscrito a una zona del cráneo, bien delimitada, de forma redondeada o elíptica, típicamente de 2-6 cm de diámetro. Fue descrita por primera vez por Pareja et al en el 2002 y sólo dos años más tarde se incluyó en el apéndice de la segunda edición de la Clasificación Internacional de Cefaleas (CIC-2), de manera que quedaron establecidos sus criterios diagnósticos.
Criterios diagnósticos para la cefalea numular de acuerdo con la Clasificación Internacional de Cefaleas, 2.ª edición.
A Cefalea de leve a moderada que cumple los criterios B y C
B El dolor se siente exclusivamente en un área redonda o elíptica, típicamente de 2-6 cm de diámetro
C. El dolor es crónico y/o continuo o interrumpido por remisiones espontáneas que duran de semanas a meses
D. No atribuida a otro trastorno
Desde entonces, se han reseñado en forma de artículo o de comunicación a congreso casi 200 casos de CN, si bien la mayoría de ellos en forma de descripciones clínicas aisladas o series de pequeño tamaño.
El dolor se describe generalmente como de intensidad leve o moderada en una zona cuya localización más frecuente es la tuberosidad parietal. A menudo el dolor se acompaña de alteraciones sensitivas, como hipoestesia, disestesia o hipersensibilidad del área afecta, y, ocasionalmente, de cambios tróficos en dicha zona. En cuanto a su patrón temporal, la CN puede ser continua o cursar con remisiones espontáneas. En un porcentaje de casos se recoge la aparición de exacerbaciones dolorosas de duración variable
Lunes, 29 de Abril de 2013
Fuente: SEN (Sociedad Española de Neurología)
Lunes, 29 de Abril de 2013
Fuente: SEN (Sociedad Española de Neurología)