17 julio 2013

Una culebrilla que explota

¿Os acordáis de Esperanza? La paciente que presentaba un Síndrome de Ramsay-Hunt. Habíamos comentado que había recuperado casi por completo la parálisis facial. En el servicio de ORL le han dado el alta pero sigue en consultas externas de anestesiología (unidad del dolor). Está en tratamiento con clonazepam 0.5mg cada 8 horas, oxicodona/naloxona 10/5mg cada 12 horas y pregabalina 150mg cada 12 horas. Viene a la consulta con sensación de desequilibrio por lo que se ha comprado un bastón para caminar más segura. Suponemos que existe cierto componente vestibular residual tras el episodio de herpes zoster pero ninguna complicación neurológica. Apenas tiene dolor pero recomiendan que siga con el tratamiento analgésico.

En la última visita, Esperanza nos comenta que  desde que toma estos fármacos no es ella misma, se nota muy débil y va "como dormida" todo el día. A pesar de que han recomendado no suspender el tratamiento decidimos reducirle la dosis de los fármacos por su sedación y riesgo de lesión, y citarla más a menudo. Nos comenta que como no vive sola y su marido se ocupa de su cuidado se ve con fuerzas de hacerlo. Así que disminuimos la dosis de oxicodona/naloxona a 5/2.5mg cada 12 horas, pregabalina a 75mg cada 12 horas y clonazepam 0.25mg cada 8 horas con la intención de ir suspendiendo la medicación progresivamente si no la tolera.

A la semana siguiente, Esperanza viene a la consulta con su marido. Se encuentran muy contentos así que suponemos que las recomendaciones que le hemos dado han sido satisfactorias. Pero, nos quedamos perplejos al escuchar a su marido (Esperanza escucha atentamente) cuando nos cuenta que , algo desesperados, habían acudido a un "curandero" muy bueno para eso del herpes zoster. Nada más entrar, el curandero les había dicho: 'Pero si usted tiene un herpes de caballo'. Y sigue: ' Lo primero que tiene que hacer es dejar TODA la medicación que le han dado los médicos porque lo que hace es engordar al herpes y al final EXPLOTA'. Y entra en un cuarto para prepararar con aceite Johnson y ONCE ingredientes más un ungüento para aplicar por la cabeza a la paciente. Posteriormente realiza una serie de rezos y deja marchar a Esperanza. 'Estás curada', invoca. 

Después de tal caso clínico se nos ocurre una cosa: no haremos ninguna pregunta. Dejamos el debate abierto.



"apunte: las palabras en mayúscula son pronunciadas por el paciente con los ojos fuera de las órbitas". 

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