22 julio 2013

La piedra de la locura (mitos y desesperación)

"La culebrilla ocurre tras haber pasado una culebra sobre la ropa puesta a secar en el campo. Aquella zona de la ropa por donde ha pasado la culebra, cuando entra en contacto con la piel, es la responsable de que aparezca esta enfermedad. Si se extienden las lesiones sobre la piel y se unen el rabo y la cabeza, el afectado pues con toda seguridad morirá asfixiado (Claro que esto no ocurre nunca)"


En muchas ocasiones, los pacientes, desesperados por no encontrar alivio o curación de sus males en la medicina científica, buscan alternativas terapéuticas. Sobretodo en zonas rurales, algunos pacientes solicitan ayuda al curandero - que se considera el equivalente moderno de la figura del chamán, o del hierbero. Un personaje al que la gente recurre para sanarse físicamente, o para quitarse el llamado mal de ojo. Creen que mediante hierbas, raíces, sustancias vegetales, sugestión o efecto placebo realmente sanas. 

Algunas enfermedades agudas, como el herpes zoster, se autolimitan con el tiempo no precisando mucho más que el control de síntomas y evitando la aparición de secuelas. El herpes zoster provoca en ocasiones dolor intenso pero acaba resolviéndose por sí solo en una o dos semanas. Al no desaparecer y ser molesto, el paciente se desespera y busca remedios populares. Los curanderos suelen ser especialistas en el tema del herpes. Hemos pensado que, por una parte bien dado que los "ungüentos" que aplican evitan que se sobreinfecten las lesiones -entendemos que el aceite johnson no debe ser malo- pero que sus teorías no tienen mucho mérito dado que los pacientes les consultan cuando ya han acudido a nosotros, a veces en varias ocasiones, y ha pasado el tiempo suficiente para que se resuelvan las lesiones cutáneas. Así que los rezos no son el motivo de la curación. 

Siempre y cuando, no se apliquen medidas que puedan perjudicar al paciente, parecen actuaciones correctas. Sabemos que la sugestión y el placebo, son armas potentes y que en muchas ocasiones "curan". No obstante, en ocasiones no se tiene en cuenta que estas enfermedades pueden dejar secuelas importantes. En caso de la culebrilla, una neuralgia post-herpética no es una tontería. Suele provocar dolor severo y suele ser difícil de tratar en la mayoría de los casos. 

Explicarle a una persona que "un medicamento engorda la enfermedad y puede explotar", además de no tener fundamento científico puede acarrear graves consecuencias al afectado. "Supenda toda la medicación". Por suerte, Esperanza tomaba dosis bajas de mórficos, antiepilépticos y benzodiazepinas y no desarrolló un síndrome de deprivación, que en la mayoría de casos supone un ingreso al paciente por un síndrome confusional agudo, e incluso puede provocar la muerte. 

No estamos en contra de la medicina alternativa o tradicional. Siempre que busque un beneficio para el paciente y no perjudique, es una opción. Desgraciadamente la mayoría de personas que la usan, lo hacen para un propio beneficio económico y no tienen la capacidad ni conocimientos suficientes para aplicarla. 


extracción de la piedra de la locura
El Cirujano (1550) - Jan Sanders van Hemessen (1500 - 1566)


Era clásico en la Edad Media, algunas personas eran de la creencia que la estupidez y la locura eran causas por piedras en el cerebro, situación que fue aprovechada por muchos cirujanos barberos, curanderos y charlatanes en su afán por realizar trepanaciones para resolver el problema. Cuenta la historia que eran ellos quienes extraían las piedras de la locura y lo hacían en público mediante un juego ilusionista que producía no más que admiración general en su público. ¿Qué ocurría con el paciente? probablemente moría, se le infectaba la herida y luego moría o bien sobrevivía con su demencia intacta en el mejor de los casos. De todos modos, era inútil y para ese momento ya el charlatán habría huido con sus honorarios muy lejos de aquel sitio


PRIMUM NON NOCERE



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